PROYECTO THINKING
La cultura del pensamiento: desde el Thinking Based Learning (TBL) hasta los debates sobre Grandes Libros
En nuestra búsqueda por ofrecer métodos educativos innovadores que superen la mera memorización y fomenten un pensamiento crítico y creativo, nos enfocamos en continuar el desarrollo de la Cultura del Pensamiento.
En el año 2001 comenzamos a integrar en nuestro currículum las propuestas metodológicas del Project Zero, creado en la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard por David Perkins y Howard Gardner, entre otros. Este proyecto, centrado en el diseño de investigaciones sobre el aprendizaje humano, persigue entender y mejorar la educación, la enseñanza, el pensamiento y la creatividad en las disciplinas humanísticas y científicas.
Una de sus líneas de investigación aplicada en la educación que hemos integrado es el uso de Rutinas de pensamiento, que son estrategias cognitivas bastante fáciles de seguir en los procesos de enseñanza-aprendizaje y que consisten en preguntas o afirmaciones abiertas que promueven el pensamiento en los estudiantes. Aprender a pensar y saber expresar la visualización del pensamiento es el reto que, desde edades tempranas, se persigue para que los alumnos/as mejoren sus capacidades.
Este esfuerzo se nutre del legado dejado por Robert Swartz, cuyas habilidades y visión siguen siendo nuestra brújula en el desarrollo de destrezas cognitivas.
En 2011 introdujimos en nuestro curriculum el TBL, aprendizaje basado en el pensamiento (Thinking Based Learning o TBL), cuyo objetivo es que los alumnos aprendan a pensar mediante las destrezas de pensamiento utilizando unos sencillos organizadores gráficos.
Su creador, Robert Swartz, director del National Center for Teaching Thinking, se ocupó personalmente de la formación de los docentes y de la certificación del colegio como centro TBL.
En este mismo sentido, otra línea que hemos introducido en las aulas son los denominados Habits of Mind o hábitos de la mente: dieciséis características que ayudan a los alumnos a preparar el cerebro para pensar. Entre estos hábitos se encuentran la persistencia, el control de la impulsividad, la empatía, la flexibilidad mental, la aplicación del conocimiento pasado a nuevas situaciones, la comunicación con claridad y precisión o el aprendizaje continuo.
Desarrollo del pensamiento a través de Grandes Libros
Esta metodología se centra en la idea de que la literatura clásica y las obras filosóficas son fuentes inagotables para cultivar el pensamiento profundo y crítico en los alumnos. No se trata simplemente de estudiar estos textos, sino de sumergirse en ellos, cuestionarlos y, sobre todo, dialogar sobre sus complejidades.
Los alumnos no solo absorben conocimiento, sino que aprenden a aplicarlo a problemas del mundo real, nutriendo así sus habilidades de resolución de problemas y pensamiento crítico.
La reflexión individual es esencial. Los alumnos son alentados a considerar cómo las ideas de los grandes libros se relacionan con sus valores y experiencias personales. Este ejercicio no solo fortalece la conexión emocional con el material, sino que también ayuda a los alumnos a entender la relevancia personal de los conceptos discutidos.
Beneficios para los alumnos de Ayalde
- Desarrollo de habilidades críticas: A través de la interacción con grandes obras, los alumnos desarrollan habilidades críticas trascendentes que benefician su vida diaria.
- Comprensión profunda: La inmersión en la filosofía y la literatura clásica proporciona una comprensión más profunda de conceptos abstractos y complejos.
- Conexión emocional: La reflexión personal establece una conexión emocional con el material, haciendo que el aprendizaje sea más significativo y duradero.
Estamos presenciando una evolución en la educación, donde la literatura clásica se convierte en una puerta de entrada a mentes más agudas y perspicaces. En el año de la muerte de Robert Swartz, su legado perdura, siendo motivo de orgullo ver cómo la Cultura del Pensamiento avanza en los colegios, evolucionando junto con otras metodologías.