Atención Personalizada
Las tutorias en Ayalde
Si nos preguntáramos para qué está Ayalde, podríamos contestar que no estamos aquí únicamente para formar ingenieros, arquitectos, médicos. Ni siquiera humanistas, filósofos o poetas. Sí, amamos todas las profesiones y queremos hombres y mujeres creativos, educados, valientes y alegres, entre otras virtudes. Y, además, buscamos que sean excelentes en su profesión. Pero por encima de todo, queremos que cada alumno sea feliz.
En Ayalde, desde el comienzo del colegio, contamos con una gran ayuda para conseguirlo:
la tutoría personalizada.
Mentores durante toda la etapa escolar
La educación personalizada es una de nuestras señas de identidad, en Ayalde sólo contamos hasta uno. Con las tutorías, entre los padres y profesores y con el alumnado, lo que intentamos hacer es descubrir, pulir y potenciar los talentos de cada uno.
La tutoría es resultado del cariño, la profesionalidad y la dedicación de padres y profesores. Así, cada alumno recibe un cuidado único y personalizado desde el aula de dos años. Y para Ayalde, esto es lo más importante.
¿Qué es la tutoría y en qué consiste?
El profesorado de Ayalde dedican parte de su jornada a conversar, en un marco de libertad, con cada uno de los alumnos y con los padres. Esta comunicación fluida facilita el crecimiento en todos los aspectos que conforman la personalidad humana. Aseguramos así que el proyecto educativo del Colegio llegue individualmente a cado alumno y a su familia. La tarea de tutoría es una labor de equipo, resultado del trabajo de los tutores con el apoyo de los demás profesores que imparten clase al alumno. El claustro docente, después de cada evaluación, se ocupa de trasladar al tutor los aspectos académicos, humanos y competenciales que enriquecen con hechos objetivos la atención individualizada.
Esto permite que la entrevista trimestral del tutor con los padres abarque no solo los aspectos académicos, sino que es el momento para resaltar aspectos o puntos de crecimiento en el alumno, destacar potencialidades que quizá les han pasado desapercibidas o bien, para adelantarse a situaciones de especial ayuda.
Los padres y profesoras trabajamos juntos promoviendo el crecimiento personal del alumnado. Un elemento esencial de la tutoría es la libertad. El tutor orienta y aconseja, nunca impone, cuenta siempre y en primer lugar con el parecer de los padres -principales educadores- y con los alumnos. El auténtico reto de la preceptuación es lograr que la sugerencia inspire, interpele y se acoja libremente.
Ayudarles a descubrir por ellos mismos lo que es bueno, bello y pueda hacerles realmente felices.
Por tanto, el clima que envuelve la tarea de la tutoría siempre es el cariño, la confianza, el respeto, el deseo de bien.
Claves para aprovechar la tutoría
- El papel del Departamento de Orientación
La formación integral que ofrecemos en Ayalde cuenta con la tutoría como factor clave. El sentido trascendente y la inspiración cristiana que subyace en nuestro ideario encuentra en las conversaciones personales con padres y alumnos el apoyo sólido donde asimilarlo libremente e incorporarlo a la vida.
Un papel importante del tutor es ayudar y salir al paso en las situaciones de alumnos con alguna dificultad de aprendizaje. En ese caso entra en juego el departamento de orientación, el cual, junto al resto de profesores que dan clase a esos alumnos, se ocupa de supervisar, coordinar y ejecutar aquellas medidas que el alumno pueda necesitar.
A lo largo del año puede ser oportuno que en alguna de las entrevistas trimestrales entre el tutor y los padres acuda el orientador para dar información o contrastar con los padres sobre las medidas tomadas.
Nuestros docentes, además de formar con excelencia académica y con carácter integral e individual, procuran proporcionar a nuestros alumnos herramientas que les permitan afrontar y fortalecerse ante las dificultades, adquiriendo por sí solos los recursos para superar los obstáculos y convertir las limitaciones en factores positivos.
Conversaciones con los alumnos
Cada alumno encuentra en el tutor, alguien que les escucha, que ofrece consejo y apoyo en los momentos difíciles.
Alguien a la que no solo le importan los resultados académicos sino la totalidad de su vida presente y futura.
Con el tiempo, la confianza y la discreción, ésta es capaz de compartir su proyecto personal de futuro tanto en el aspecto académico como personal.
Esas conversaciones, han sido a lo largo de estos cincuenta años que lleva el colegio, testigo de decisiones trascendentales en la vida de los alumnos.
El tutor es el profesor que vela por el crecimiento personal de todos los hijos de la familia.
Se puede acudir a él en cualquier momento. Siempre está.
Actúa como canal de comunicación directo con los padres. En cualquier situación o circunstancia su disponibilidad es inmediata.
Vela y cuida individualmente de cada uno de los alumnos encomendados.
- Entrevista con los padres
A lo largo del curso se dan como mínimo tres momentos en los cuales la tutora mantiene una conversación con los padres sobre su hijo. Estas ocasiones materializan la fórmula de éxito en la educación, que para nosotros es la estrecha relación entre el tutor, el alumno y los padres.
Antes de la entrevista con los padres el tutor prepara la información académica, de comportamiento y de amistades. Ese momento es clave para elaborar una información completa de modo que, a la hora de conversar con la familia, se aporten datos objetivos que puedan ayudar al crecimiento personal del alumno.
Los padres también pueden preparar la entrevista con todo aquello que ven sobre sus hijos en casa. La mirada de unos padres es vital para acertar en las conclusiones u objetivos que se adopten para el bien de su hijo. Con este intercambio de informaciones sobre rendimiento escolar, actitudes y habilidades, comportamiento, capacidad para asimilar la formación que va recibiendo, etc., se logra esa sintonía tan necesaria entre el colegio y la familia. Así se va consolidando la educación personalizada, adaptándose a las diversas situaciones y etapas que atraviesa el alumno o la familia.
Especialmente cuando los alumnos crecen y son adolescentes, el tutor mantiene la discreción sobre determinados temas confiados por éstas. Podrá dar ideas a los padres de cómo mejorar el clima de confianza con sus hijos o qué aspectos convendría seguir más de cerca con cariño y paciencia. En algunos momentos hay que dar seguridad para educar, presentando la tarea educativa como un proyecto asequible y encaminado al bien de los hijos y de la familia.
Los padres terminan la entrevista con objetivos para trabajar en casa. En función de los casos y edades valdrá la pena conversar posteriormente con el hijo sobre aquello que sea bueno que conozca y pueda ser un punto de crecimiento en casa.
El equipo de profesores y tutores procuramos que el clima de estas conversaciones sea de confianza y esperanza. Nuestro reto es que ningún problema ni situación quede sin resolver y que los alumnos y familias encuentren un horizonte positivo dónde crecer.