Estos días los niños han empezado el colegio y para muchos de ellos ha sido el primer contacto con las aulas.

 

Dicha novedad implica cambios y supone también la necesidad de proporcionarles un tiempo para que se vayan aclimatando y así, logren sentirse seguros y contentos en el colegio.

 

Es normal que a los niños al principio les cueste ir al colegio, pero con el apoyo y cariño de padres y profesores, en pocos días lograrán adaptarse al nuevo espacio y compañeros.

Ante todo es importante que los padres se muestren tranquilos y tengan paciencia y confianza en el colegio, ya que todos los niños acaban adaptándose a él y como ocurre muchas veces, antes de lo que creemos, los niños van encantados y felices.

 

Para una buena adaptación es importante tener en cuenta que una vez que empiecen el colegio es necesario evitar la vuelta atrás, por mucho que le cueste al niño. Es bueno animarle y ayudarle a ver el colegio como algo bueno y divertido, hablándole de lo que se va a encontrar y de lo que va a hacer. Hay que manifestarle el cariño, escucharle y besarle más que nunca. Es importante mantener la serenidad y no mostrar preocupación o nerviosismo en caso de que llore o le cueste ir a clase. Conviene apoyar los logros que vaya consiguiendo en hábitos (autonomía, alimentación, sueño…).

 

En definitiva, lo fundamental es tener paciencia y comprender el momento por el que está pasando. Hay que implicarse en sus emociones y el niño debe sentir la compañía y el apoyo incondicional de sus padres en los grandes pasos que empieza a dar y para los cuales, la familia cuenta con el apoyo incondicional de la tutora, que siempre estará ahí para acompañarles y guiarles en cada momento.