El viernes, 13 de marzo, a las tres de la tarde, con muchísima ilusión salimos de Ayalde rumbo a Torreciudad, las madres e hijas de 3º de Primaria en varios autobuses. Me pareció un buen plan ir con mi hija de peregrinación a ofrecérsela a la Virgen. Es uno de esos recuerdos de la infancia que creo que le quedará para siempre, igual que a mí.

Aunque el viaje duró toda la tarde, estuvimos muy entretenidas con las canciones con las que nos deleitaron nuestras hijas micrófono en mano y conversando entre nosotras en un buen ambiente.

 

Llegamos al hotel y tras una gustosa cena comenzaron las actuaciones de nuestras hijas, hubo bailes con elaboradas coreografías y canciones muy bonita. Para finalizar y animadas por Puy acabamos todas bailando una danza africana muy divertida.

El sábado amaneció con un radiante sol que nos acompañó durante toda la jornada e hizo que pudiésemos disfrutar de las impresionantes vistas que tiene el Santuario de Torreciudad, rodeado por un paisaje espectacular.

Al llegar al Santurario, vimos una corta película que nos hizo ponernos en situación sobre la historia de este lugar. Realizamos una visita guiada y fuimos a la ermita a hacer el ofrecimiento de nuestras hijas a la Virgen. Momento de gran emoción.

Un sacerdote nos animó a mantener vivo el sacramento de la confesión en nuestras vidas y después de un rato de oración y reflexión, las madres que quisimos nos confesamos allí y luego asistimos a la Santa Misa tras la cual le colocaron a la Virgen de Torreciudad la beca de Ayalde.

Para finalizar, hicimos la foto de grupo en la escalinata y nos dirigimos a los autobuses con pena de dejar este bello lugar, que invita a la oración y a parar un poco en medio de nuestro frenético ritmo diario.

Ya de vuelta a casa, tengo la seguridad de haber vivido con mi hija algo importante tanto para ella como para mí.

Garbiñe Coco