El trabajo en rincones o “txokos” es una metodología en la que los niños son los principales protagonistas de su aprendizaje, ya que la profesora se convierte en mediadora para que los alumnos construyan sus aprendizajes.
La clase se organiza en espacios limitados, en los que se agrupan los alumnos en pequeños grupos y, en ellos, se van realizando simultáneamente las actividades de aprendizaje que van a permitir dar una respuesta adecuada a las diferencias de intereses.
El trabajo por rincones nos puede aportar grandes ventajas a la hora de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, ya que podemos realizar distintas actividades al mismo tiempo. A través de esta metodología se desarrolla y potencia la autonomía del alumnado, así como la responsabilidad, tanto con los materiales como en su trabajo. También se potencia el deseo de aprender y adquirir nuevos conocimientos, favoreciendo así la creatividad e imaginación de los alumnos. Esto hará que ganen confianza en sí mismos y seguridad a la hora de realizar cualquier actividad que se les presente. Gracias al trabajo por rincones los alumnos aprenden una serie de normas, tales como, organizar el trabajo, planificarlo, saber qué quieren aprender y buscar los caminos para conseguirlo. Con todo ello se consigue un clima relajado, ordenado y de cooperación, en el que se potencia la atención individualizada.
Los niños de 1º de Educación Infantil trabajan en diferentes txokos, como son: el txoko de las emociones, donde conocen las emociones básicas, el txoko artístico, donde pueden expresar su creatividad a través del dibujo, el txoko matemático, en el que realizan, series, clasificaciones, agrupaciones y el txoko manipulativo en el que por medio de las construcciones, ensartados, plastilina, etc., desarrollan la motricidad fina.