En Educación Infantil nos ocupamos del desarrollo integral de nuestros alumnos, lo que implica no solo aprender conocimientos sino también ahondar en otros aspectos como la inteligencia emocional. Esto no es algo nuevo. Hace más de 2000 años el filósofo griego Aristóteles ya dijo: “Educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto”.

Según los expertos, la inteligencia emocional es una habilidad de los seres humanos para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás. Trabajar la inteligencia emocional desde los primeros años es muy útil para gestionar los conflictos, aprender a superar la frustración, conseguir ser líder de uno mismo y tener una relación enriquecedora y positiva con los demás.

Para desarrollar esta inteligencia, en Infantil proponemos a los niños diferentes actividades y recursos para que, de manera lúdica, aprendan a reconocer y diferenciar las emociones, adquieran el lenguaje emocional necesario para entender qué les pasa en cada ocasión y consigan relacionarse adecuadamente con los demás, teniendo en cuenta cómo piensan y se sienten (empatía).

Una de estas actividades es la “Rueda de las Emociones”. Cada niño ha confeccionado su propia rueda en la que aparecen representadas seis emociones básicas. Además, han dado ejemplos de cuándo han sentido alguna de esas emociones, han comentado cómo nos cambia la expresión facial cuando las sentimos y han jugado a representarlas y adivinarlas.