Los primeros años de nuestros hijos son imprescindibles para su desarrollo motor y sensorial. En infantil somos muy conscientes y trabajamos con ellos la estimulación con elementos como telas y diferentes texturas, entre otros.
Concretamente, el taller telas Montessori es un juego desestructurado en el que aprenden colores, diferencian texturas, o desarrollan creatividad y la motricidad fina. En resumen, al ser un juego libre, es decir, sin estructura, son ellos quienes crean su propio aprendizaje y buscan los diferentes usos posibles con libertad y música de fondo.
Además, a través de un paseo sensorial, trabajan la motricidad fina en extremidades inferiores, aprecian diferentes texturas con las plantas de los pies, diferente a lo habitual que es con las palmas de las manos.