El compromiso con la innovación y la formación integral de los alumnos ha llevado a Ayalde-Munabe a implementar el Bachillerato Internacional (IB) en sus aulas. Este modelo educativo, reconocido a nivel mundial, fomenta el pensamiento crítico, el aprendizaje basado en la indagación y una visión global del conocimiento. En esta entrevista, Tania Santiago, coordinadora pedagógica del grupo educativo COAS, nos explica cómo se está desarrollando este proyecto, qué ventajas aporta a los alumnos y cómo ha transformado la metodología de enseñanza en el colegio.

¿Qué nos ha motivado para adoptar el Bachillerato Internacional en el colegio?

Nuestra principal motivación para integrar el Bachillerato Internacional (IB) en el colegio Ayalde- Munabe radica en nuestro compromiso sostenido en el tiempo con la excelencia educativa y la innovación pedagógica. Desde siempre, hemos apostado por ofrecer una educación que no solo forme académicamente, sino que también desarrolle personas íntegras, reflexivas y preparadas para los retos del mundo actual. El IB nos permite dar un paso más en esta dirección, alineándose con un modelo educativo reconocido mundialmente por su rigor, su enfoque global y su capacidad para fomentar el pensamiento crítico y la curiosidad intelectual. Queremos que nuestros alumnos no solo alcancen un alto nivel académico, sino que se conviertan en ciudadanos del mundo, con una mentalidad abierta y una sólida base de valores

¿Qué enseña el programa PEP IB?

El PEP (Programa de la Escuela Primaria) del Bachillerato Internacional es un marco educativo diseñado para niños de 3 a 12 años que busca formar personas curiosas, reflexivas y comprometidas. No se trata de memorizar datos, sino de aprender a través de la indagación: los alumnos exploran grandes ideas (como “quiénes somos” o “cómo funciona el mundo”) mediante unidades de indagación que combinan materias como Ciencias, Matemáticas, Lengua o Arte. Por ejemplo, en lugar de estudiar los animales solo en Biología, podrían investigar cómo dependen de su entorno y cómo nuestras acciones les afectan, conectando Ciencia, Ética y Sostenibilidad. El programa enseña a pensar críticamente, trabajar en equipo y entender el mundo desde una perspectiva global, preparando a los niños para ser ciudadanos responsables.

¿Cuáles son las ventajas para el alumno?

Las ventajas para los alumnos son numerosas. El programa del IB, y en concreto el PEP (Programa de la Escuela Primaria e infantil) que estamos desarrollando, pone al alumno en el centro del aprendizaje, fomentando que sean protagonistas activos de su educación. A través de las unidades de indagación, nuestros alumnos exploran temas transdisciplinares que conectan distintas áreas del conocimiento, como Ciencias, Sociales o Arte, con cuestiones relevantes para su vida y el mundo que les rodea. Esto les ayuda a desarrollar habilidades clave como el pensamiento crítico, la colaboración, la resolución de problemas y la comunicación, atributos personales como la solidaridad, la responsabilidad y la creatividad. Además, al ser un programa con una perspectiva internacional, les prepara para desenvolverse en un entorno global, algo esencial en el mundo en que vivimos.

En este camino hacia el Bachillerato Internacional, ¿habéis tenido la necesidad de hacer cambios significativos?

Sí, aunque contábamos con una base muy sólida gracias a nuestra identidad como TBL School (escuela basada en el Aprendizaje Basado en el Pensamiento). Los profesores de Ayalde-Munabe ya poseían una amplia formación en habilidades de pensamiento, desarrollada a través de años de trabajo con rutinas de pensamiento, estrategias de aprendizaje colaborativo y metodologías activas. Esto nos ha dado una ventaja significativa al iniciar la transición al PEP IB. Los cambios más relevantes han consistido en potenciar aún más la colaboración entre el profesorado, fortaleciendo la comunicación y el trabajo en equipo para diseñar unidades de indagación con un enfoque transdisciplinar. Ahora, las áreas del currículo no se abordan de manera aislada, sino que se integran para que los alumnos descubran las conexiones entre ellas. Este proceso ha sido natural y enriquecedor, ya que ha permitido alinear nuestra experiencia previa con los objetivos del IB, consolidando la cohesión del equipo docente.

¿Cuál es el desarrollo de este proyecto? ¿Va por fases?

Efectivamente, el proyecto avanza por fases. Este año hemos dado un paso importante al comenzar con el PEP en Educación Infantil y Primaria. Como coordinadora, he mantenido reuniones semanales con los equipos de trabajo para rediseñar y enriquecer los temas transdisciplinares, adaptándolos a nuestra realidad y a los documentos del Programa de Indagación. El curso pasado iniciamos la formación del profesorado de Infantil y Primaria y este año en Junio empezarán los profesores de Secundaria. El siguiente paso importante será el curso que viene, cuando una asesora del IB nos acompañará para revisar y optimizar cómo estamos integrando el programa en nuestra dinámica diaria, ofreciéndonos orientación para seguir avanzando y consolidar nuestro programa para Infantil y Primaria (PEP). Seremos certificados como colegio internacional del Programa para Primaria e Infantil (PEP) en el primer trimestre del 2025.

¿Qué ha supuesto esta formación para el profesorado?

La formación ha sido una oportunidad de crecimiento profesional para el profesorado. Dado que nuestros docentes contaban con una sólida preparación en estrategias como las rutinas de pensamiento, el trabajo colaborativo, el aprendizaje basado en el pensamiento. Sin embargo, el enfoque del IB ha enriquecido su práctica al introducir un marco más global y transdisciplinar. Han aprendido a diseñar experiencias de aprendizaje que trascienden las asignaturas tradicionales, conectando conceptos y promoviendo la indagación. Esto ha supuesto un reto, pero también una motivación para seguir creciendo y adaptándose, algo que ya forma parte de nuestra cultura como colegio innovador.

¿Ha cambiado la forma de enseñar en el colegio?

Sí, y este cambio supone una transformación notable en nuestra forma de enseñar, marcada por una colaboración más directa y un trabajo en equipo más sólido entre los profesores. Antes, cada docente podía enfocarse principalmente en su área de manera más individual; ahora, el enfoque indagador y transdisciplinar del IB nos ha llevado a un modelo en el que los profesores trabajan juntos de forma más estrecha y coordinada. Este proceso comienza con un análisis detallado de los saberes básicos establecidos por la LOMLOE —esos conocimientos, habilidades y competencias fundamentales que los alumnos deben adquirir según el currículo oficial—. A partir de ahí, los docentes los toman como base para diseñar unidades de indagación que no solo cubren estos contenidos, sino que los enriquecen y los potencian de manera significativa. Así, los docentes se convierten en facilitadores que guían a los alumnos hacia un aprendizaje activo e integrado, donde los saberes básicos no sólo se aprenden, sino que se viven y se aplican de manera práctica y significativa.

¿Cuándo seremos un colegio IB?

Nuestro objetivo es convertirnos en un colegio IB plenamente reconocido en los próximos años, siguiendo el calendario de implementación y las evaluaciones del IB. Con el PEP ya en marcha y la formación progresiva del profesorado, estamos sentando las bases para que, tras la visita de la asesora el próximo curso y los ajustes necesarios, podamos optar a la autorización oficial en el primer trimestre de 2025 para el programa de infantil y Primaria (PEP). Los profesores de Secundaria empezarán a diseñar las unidades para el programa de Secundaria (PAI) el curso 2025-2026. Es un proceso gradual que requiere tiempo y dedicación, pero vamos por buen camino.