El 4 de febrero, víspera de Santa Águeda, Ayalde-Munabe se une a la tradición vasca de cantar en honor a la santa, manteniendo viva una costumbre profundamente arraigada en nuestra cultura.
Esta actividad no solo permite a los alumnos conocer y vivir una tradición cultural, sino que también supone una oportunidad para el uso y la práctica del euskera. A través del canto de las coplas en euskera, los alumnos refuerzan su vínculo con la lengua y descubren su riqueza expresiva en un contexto festivo y significativo.
En Ayalde-Munabe, fomentamos el aprendizaje y la vivencia del euskera no solo en el aula, sino también en actividades que permiten a los alumnos sumergirse en la cultura vasca de manera natural y divertida. Celebraciones como esta refuerzan su conexión con la lengua y les permiten interiorizarla en situaciones reales, favoreciendo así su aprendizaje y valoración.
La jornada comenzó con una deliciosa chocolatada, un momento de convivencia que dio paso a la tradicional interpretación de las coplas. A las doce del mediodía, acompañados de sus makilas, recorrieron diferentes espacios del colegio —el comedor, el patio del Oratorio, el patio de Coas y el patio de autobuses— golpeando el suelo al ritmo de sus cantos.
Más allá de su función rítmica, el uso de las makilas tiene un simbolismo especial. Al golpear el suelo, se busca “despertar” la tierra en pleno invierno, cuando todo parece estar dormido, para dar la bienvenida a la primavera y la fertilidad. Este elemento ritual conecta la tradición cristiana de Santa Águeda con antiguas costumbres paganas vinculadas al ciclo agrícola y la naturaleza.
Santa Águeda: símbolo de fortaleza y protección
Santa Águeda fue una mártir cristiana del siglo III nacida en Sicilia. Su historia está marcada por la resistencia y la fe: se negó a renunciar a sus creencias y a casarse con un cónsul romano, lo que la llevó a sufrir terribles torturas. Su valentía la convirtió en un símbolo de fortaleza, coraje femenino y protección, especialmente hacia las mujeres.
En definitiva, esta jornada ha sido una oportunidad única para que nuestros alumnos disfruten de la tradición, refuercen su identidad cultural y sigan aprendiendo en un ambiente enriquecedor.