Hoy en día, la psicomotricidad ocupa un lugar destacado en la Educación Infantil, sobre todo en los primeros años de la infancia, ya que existe una gran interdependencia entre el desarrollo motor, el afectivo y el intelectual.

 

La psicomotricidad permite el desarrollo integral de la persona, porque aborda al individuo como un todo, tomando en cuenta su aspecto afectivo, social, intelectual y motriz. En el Colegio Ayalde, a la psicomotricidad se le da mucha importancia, de ahí que se lleve a cabo desde el Primer Ciclo de Educación Infantil.

 

En el aula de dos años dividimos las sesiones en dos partes. Por un lado, hacemos psicomotricidad dirigida, en la que la profesora es la que dirige la sesión. Tiene un rol más activo y es la que propone ejercicios para trabajar las diferentes nociones y los alumnos imitan y repiten. Así, por ejemplo, desarrollan el equilibrio utilizando los balancines, trabajan la fuerza transportando bloques grandes y adquieren coordinación con los aros y las pelotas. Todo esto se completa con circuitos en los que corren, saltan y gatean, sorteando diferentes obstáculos.

 

Por otro lado, hacemos psicomotricidad libre (vivenciada). El rol de la profesora aquí, es más pasivo, acompañando a los niños en el juego, escuchándolos y respetando su expresividad. La metodología está basada en el desarrollo evolutivo mediante el juego libre.

 

Esta sesión de psicomotricidad la realizamos un día a la semana, durante aproximadamente 50 minutos de duración. Los niños aprenden a mostrar sus sentimientos, trabajan la motricidad, el respeto, la socialización, hacer frente a las dificultades, la afectividad…, y lo más importante, se divierten mucho.