No hay duda de la importancia que tiene el Arte como vehículo de comunicación, pues es un lenguaje universal. Concretamente, en Educación Infantil, el dibujo es la forma de lenguaje espontáneo más agradable para expresar sentimientos, emociones, ideas y deseos; esto es, el niño se sirve del mismo para transmitir de forma no verbal lo que ocurre en su entorno físico y afectivo.

Esta necesidad de expresarse comienza a desarrollarse a partir del año y medio. Es entonces cuando hay que comenzar a darle material, siempre conforme a su edad, para que empiece a plasmar de forma innata su creatividad y emociones internas. Un medio de expresión que, con el paso del tiempo y a medida que van creciendo, se va perdiendo, ya que dejan de dibujar y pintar. Así pues, se hace necesario buscar formas de incentivar a que no se pierda ese placer, al tiempo que se sigue potenciando.

Se trata de una tarea de lo más sencilla, pues entretiene y no requiere de mucho material para ponerla en práctica. Además, es una gran herramienta para el conocimiento, rasgo imprescindible para la atención personalizada sobre la que se sustenta nuestro proyecto educativo, pues el dibujo infantil, representado adecuadamente, sirve para observar los pensamientos y sentimientos del niño o de la niña, quien dibuja el mundo que le rodea como lo siente y ve. A su vez, es una actividad que trae consigo otros tantos beneficios: potencia la grafomotricidad; mejora el trazo, la coordinación motora y la percepción visual; o desarrolla la imaginación y creatividad.