Durante las últimas semanas de octubre tuvieron lugar los “Momentos Aula” de los cursos de 1º, 2º y 3º de EI.

En ellos, los padres y madres que asistieron, pudieron escuchar a las tutoras hablar sobre temas relacionados con la educación de los niños de estas edades.

En el caso del “Momento Aula” de 3º, se optó por introducir un tema nuevo que llevaba por título: “Los cinco hábitos de los padres felices”.

 

El primero de esos cinco hábitos de los que hablaron fue el de “Valorarse como padres”.

Las tutoras quisieron transmitir la idea de que los padres y madres tienen un gran valor porque fundamentalmente, ante todo y sobre todo, son necesarios y queridos por sus hijos, además de tener una gran misión como es la educación de los hijos.

De ahí que sea importante que los padres no sean tan autocríticos y se valoren más a sí mismos.

El segundo hábito que se tocó fue el de “Cuidar las amistades”.

En él se hizo hincapié en la importancia de mantener el círculo de amigos, aunque a veces resulte complicado sacar tiempo parar ello, debido a que las obligaciones del día a día, del trabajo y la familia no siempre lo pongan fácil.

Otro hábito que se abordó fue el de “Valorar y practicar la fe”.

En este punto se habló de la necesidad de los padres de poder confiar y de tener control sobre las cosas.

Por eso es tan importante en esas circunstancias tener algo a lo que poder aferrarnos para que nos de seguridad.

En esos casos se puede echar mano de la certeza de que Dios es real y de que hay una dimensión espiritual y como padres tenemos la misión de transmitir a nuestros hijos esa fe.

El cuarto hábito que se mencionó fue el de “Buscar tiempo para la soledad”.

Este hábito se enfocó por un lado, desde el punto de vista de buscar tiempo para cuidar el matrimonio, es decir la pareja, y por otro, el de encontrar tiempo para dedicarnos a uno mismo, realizando alguna actividad que nos llene.

Por último se habló de “Aprender a vivir de manera sencilla”.

Aquí se señaló la necesidad de pensar cuáles son nuestros objetivos prioritarios y nuestra verdadera misión o meta en la vida.

Hay que no dejarse apabullar por las expectativas, el trabajo, los horarios y los gastos porque muchas veces no nos generan más que angustia y ansiedad, si así lo hacemos conseguiremos ser todos mucho más felices.