El jueves 20 de octubre se inauguraron los Cafés Pedagógicos de las aulas de uno y dos años que este curso han pasado a llamarse “Momento Aula”. Para dicha ocasión las tutoras de estas clases prepararon varios temas acordes a la edad de los niños del Primer Ciclo de Educación Infantil.

 

Para los padres y madres de niños de un año que acudieron a esta cita, se preparó especialmente un tema tan importante como es el del sueño. Es uno de los grandes objetivos que se trabajan en el Primer Ciclo de Educación Infantil, ya que el sueño es esencial para la salud y para el correcto desarrollo del niño.

 

Como todos sabemos, cada niño es diferente y el número de horas de sueño que necesita varía. Pero tenemos que tener claro que, a dormir y a comer se aprende, así que hay que enseñarles. El sueño es un hábito y como tal requiere de un aprendizaje.

 

Un niño que no descansa lo suficiente, rinde en una proporción considerablemente menor a sus posibilidades, tiene irritabilidad y problemas de conducta. No hay que olvidar, que dormir bien sirve para crecer, asentar la memoria y protege el cuerpo de posibles infecciones.

 

Los trastornos del sueño, son uno de los problemas más frecuentes con los que nos encontramos en estas edades. Que un niño de 14 meses duerma mal no es preocupante, no hay que darle más importancia de la que tiene, lo sería si con 6 ó 7 años, se levanta cansado, se duerme en cualquier sitio,… pero si no va más allá, simplemente su “reloj” no ha madurado y los que no descansan son los padres.

 

Debemos enseñarle cómo dormir bien. Para ello hay que establecer una rutina diaria, es decir encadenar una serie de pasos. Así, por ejemplo, se debe acompañar al niño a su cama, donde se le puede leer un cuento, cantar, rezar con él, hacer carantoñas…, de tal forma que los ritmos vayan bajando y se cree un momento de tranquilidad que indicará que llega la hora de dormirse. No lo olvidéis, el éxito de conseguir un hábito saludable del sueño consiste en repetir la rutina correcta y no dejar que el niño imponga nunca su voluntad.

 

En el caso de los padres de los niños de dos años, los temas establecidos fueron el del orden y la alimentación. En el apartado del hábito del orden destacaron la necesidad de seguir un orden de horarios y de rutinas, en el día a día del niño, para después poder empezar a trabajar el orden material de sus pequeñas cosas. En cuanto a la alimentación se centraron en la importancia de comer de todo y en la autonomía a la hora ir aprendiendo a comer solos.