Los niños y niñas de 5 años, en grupos de tres, empiezan a hacer sus pinitos en trabajo colaborativo, cumpliendo con el rol asignado por la profesora, de tal forma que, todos tienen un cometido claro y específico que cumplir. A su vez, tienen que pensar, hablar y llegar a acuerdos, no sólo a la hora de realizar la tarea, sino también para elegir el nombre de su equipo.

Aprender a trabajar de forma colaborativa es fundamental para los niños, ya que les reporta múltiples beneficios. Así, por ejemplo, fomenta la interdependencia y la autonomía, ya que para que las cosas salgan bien, todos dependen de todos, pero a su vez, cada miembro del grupo debe responsabilizarse de su trabajo.

También impulsa las habilidades sociales y mejora las relaciones del grupo. Ayuda a desarrollar la empatía y la inteligencia emocional. Potencia la creatividad, la solidaridad, el respeto, etc. Pero, además de todas estas cosas y de otras muchas más, habría que destacar que el trabajo cooperativo es primordial a la hora de transmitir la competencia aprender a aprender, ya que, interactuando con sus compañeros, los niños construyen sus propios conocimientos y van desarrollando su pensamiento crítico. Esa actitud crítica, también se traslada hacia sí mismos, cuando son los niños los que analizan el resultado de sus producciones y valoran cómo han trabajado en equipo.

En 3º de Educación Infantil, introducimos a los niños en esta manera de trabajar, utilizando los mapas mentales y los murales.

Lo que buscamos es que, poco a poco, se vayan familiarizando con esta forma de trabajar, codo con codo, y que se den cuenta de que se consiguen mejores resultados porque trabajando en equipo se llega más lejos.