En Ayalde somos conscientes del importante papel que desempeña la alimentación en el desarrollo de los más pequeños.

Por ello, el comedor es un momento muy importante en el día escolar y contamos con la presencia de Sara Ahedo, responsable del servicio de comedor de infantil. Ella supervisa no solo el buen funcionamiento, sino también que los menús del comedor elaborados por nutricionistas, además de ser sanos y equilibrados, sean del agrado de los niños.

¿Cuáles son vuestras prioridades a la hora de revisar el menú elaborado por el nutricionista?
Intentamos que el menú sea variado, apostando por el consumo de frutas, verduras, carnes blancas y rojas, arroz, pasta y pescado. Hacemos especial hincapié en el consumo de fruta y verdura, no solo en el menú sino también en el almuerzo de media mañana y en la merienda de los más pequeños.

¿Cuáles son los objetivos del comedor?
Además de que los niños coman de todo, trabajamos las buenas maneras en la mesa, como por ejemplo: el uso correcto de los cubiertos, el limpiarse la boca antes de beber, el utilizar el pan para empujar, el estar bien sentados, el meter la silla debajo de la mesa al acabar la comida… También bendecimos la mesa con una oración sencilla.

¿Hay una atención personalizada en el comedor?
Cada clase come con una o dos profesoras o auxiliares. Todas ellas conocen muy bien a cada niño y saben quién come más o menos cantidad, qué comida le gusta más a cada uno o lo que les cuesta más comer… Esa persona está en contacto diario con la tutora para informarle de cada uno de sus alumnos.

¿Cuáles son las principales dificultades?
Hay niños que en casa no comen bien y habitualmente se les da de comer. Esta falta de autonomía es difícil trabajarla en el colegio, si desde casa no hay un trabajo diario. Los niños en el colegio comen solos desde el aula de dos años, y sólo se les ayuda en aquello que no pueden hacer por sí mismos. Incluso en el aula de un año se empieza a introducir la alimentación sólida y los niños empiezan a utilizar ellos solos los cubiertos para comer. Es una gozada ver niños tan pequeños comiendo de forma autónoma.

Quiero añadir que, aunque en el colegio es más fácil trabajarlo debido a que los niños funcionan muy bien por imitación, el hábito de la alimentación se desarrolla fundamentalmente en la familia, el colegio está para reforzar. Es muy importante inculcar unos buenos hábitos desde pequeños porque así tendremos un gran trabajo hecho de cara al futuro.

¿Un consejo?
Como siempre el trabajar conjuntamente familia y colegio es lo que funciona. Pero teniendo en cuenta que donde se educa es en casa y el colegio está para reforzar. Todo aquello que adquieran ahora desde tan pequeños es una puerta abierta al futuro, siempre es más fácil educar en este hábito en edades tempranas. Las comidas familiares son una excelente oportunidad para educar a nuestros hijos.