La semana pasada celebramos la semana interdisciplinar “Innovación y persona” y por ello en todo el colegio se realizaron diversas actividades relacionadas con dicho tema. En Educación Infantil nos centramos en la persona y las emociones, ya que es importante que los niños aprendan a expresar sus sentimientos y emociones de una forma adecuada.

 

En inglés se les contó el cuento “Elmer”. Elmer es un elefante de colores (rojo, verde, amarillo,…) que está harto de ser distinto, así que un día decide escaparse y ponerse del mismo color que los demás. Este cuento es perfecto para trabajar la diversidad ya que transmite un mensaje claro: la diferencia es un valor añadido, que nos enriquece a todos y nos ayuda a conocernos y a ser mejores personas. Y es que la personalidad de Elmer es tan alegre como los tonos de su piel, es optimista y posee la capacidad de ver las cosas buenas de la vida. Además, está siempre dispuesto a ayudar a los demás. Entre las actividades realizadas destacó el collage que los niños realizaron de Elmer con papeles de diferentes colores. También escucharon canciones en inglés sobre las distintas emociones.

 

En euskera se les contó el cuento “Koloretako mostruo” en el cual los protagonistas son las emociones. El Monstruo de Colores no sabe qué le pasa. Se ha hecho un lío con las emociones y ahora le toca deshacer el embrollo. Una historia sencilla y divertida, que introduce a pequeños y a mayores en el fascinante lenguaje de las emociones. El monstruo de colores tiene un lío enorme que no le deja aclarar qué le pasa exactamente, pero descubre que si aprende a clasificar las diferentes “cosas” que siente en botecitos de colores y les pone nombre, es mucho más fácil expresar aquello que siente para poder solucionarlo y entenderlo. Así aprende, por ejemplo, a diferenciar la rabia, la tristeza o la alegría, entre otras muchas emociones.

 

Tras contarles el cuento realizaron una actividad con cuatro botellas (cada una de un color) y una hoja de DIN A3 que tenía diferentes imágenes de emociones. En equipos tuvieron que clasificar dichas imágenes y meterlas en las botellas según la emoción correspondiente. Como actividad final los alumnos pintaron el monstruo de colores.

 

En castellano a lo largo de la semana pudieron escuchar cuentos y ver algunos vídeos que reflejaban las cuatro emociones básicas que se estaban trabajando (alegría, tristeza, enfado y miedo). Los niños en asamblea, con la ayuda de las profesoras, a través del diálogo fueron destacando las características de cada una de esas emociones, por ejemplo, cómo se manifiestan, cuáles son los motivos o qué hacer en dichas ocasiones.

 

Una de las actividades que más les gustó a los niños fue el trabajo en equipo que realizaron con los recortes que habían traído ellos de sus casas. Cada uno aportó cuatro imágenes que representaban cada una de las emociones anteriormente mencionadas y en equipos de tres realizaron un mapa mental.