El viernes 19 de octubre, los niños de 2º y 3º de Educación Infantil se pusieron en camino rumbo al Parque Forestal de Akarlanda, con la finalidad de vivir, ver, tocar, oler y disfrutar de la estación del otoño, tan bonita y rica en colorido y frutos.
Cada niño venía de su casa dispuesto a pasar un estupendo día con sus compañeros y profesoras. Nada más llegar, pusieron en práctica todo lo aprendido acerca del otoño durante el mes de octubre. Lo que mejor pudieron observar es cómo algunos árboles están llenos de hojas verdes, porque son caducos, y otros ya han perdido todas o casi todas sus hojas, ya que son perennes. También vieron los frutos que daban, la altura y grosor de sus troncos y ramas. Además, estuvieron recogiendo y observando distintos frutos de otoño: bellotas, piñas, setas, etc.
Se divirtieron muchísimo jugando a lanzarse las hojas caídas por encima, como si en ese momento estuviera nevando. Entre risas y risas fueron echándose unos a otros por encima las hojas. Descubrieron el olor que tiene el eucalipto y lo beneficioso que puede resultar para la salud respirar el vaho que desprende.
Terminaron cansados de la caminata y muy hambrientos, por eso, las profesoras les llevaron a los merenderos para comer todo lo que traían en sus mochilas. Después de llenar el estómago, fueron al parque de columpios a jugar un rato con los compañeros. Una vez acabado el tiempo de juego, con mucha pena, llegó el momento de regresar al colegio, para contar al resto de compañeros y profesoras, todas las experiencias vividas durante el día.
Los niños de 1º de EI tampoco quisieron perderse la oportunidad de disfrutar de un día especial de otoño, por eso, lo celebraron por todo lo alto con una gran fiesta.
Después de escuchar el cuento “La castañera” y de bailar al ritmo de su canción, recibieron la visita de una castañera que les obsequió con castañas calentitas recién salidas del horno, que, entusiasmados, guardaron en sus cucuruchos.
Aprovechando tan inesperada visita, las profesoras les propusieron pensar alguna pregunta que le quisieran hacer a la castañera, con el fin de hacerle una pequeña “entrevista”. Así, por ejemplo los niños descubrieron dónde vive, dónde coge las castañas y cómo las asa. Después, todos contentos, fueron a dar un paseo por los alrededores para continuar disfrutando del otoño.