Alfonso del Río es licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, con especialidad en Económicas. Trabaja como asociado senior en un bufete internacional y es profesor de materias fiscales y financieras en la Universidad de Deusto y en la Universidad del País Vasco. El año pasado publicó un libro de bastante éxito. Es una novela que se titula “Ioannes” de la que nos habló en el colegio. Alfonso es Antiguo Alumno de Munabe y para él siempre es un placer venir a los colegios de COAS y estar en contacto con las actuales alumnas.
-En primer lugar, ¿por qué empezó a escribir?
-Es algo que siempre tuve dentro. Siempre había tenido cierta vena artística, y siempre me había encantado leer, la conjunción de ambas cosas es lo que me llevó a descubrir que lo que me apetecía hacer en mi vida era escribir, sin saber si iba a ser bueno o no en ello.
– Bueno, usted es abogado, profesor en la universidad y además escribe. ¿Qué papel tiene entonces la escritura en su vida?
– Al final, más que una actividad que no redunde en beneficio de otras, es una actividad complementaria que uso de vía de escape. Realmente, si no hiciera tantas cosas quizás no me habría decidido a escribir. El hecho de hacer tantas cosas es lo que me llevó a decidirme a hacer algo artístico que fuera para mí realmente distinto, y eso es escribir.
– ¿Y cómo se inspira a la hora de escribir?
– Bueno, no es que me inspire, si fuera algo activo supongo que lo estaría provocando pero es algo pasivo. El hombre también es estado de ánimo, entonces en algunos momentos te sientes más proclive a escribir, a que se te ocurran ideas, y si tienes la suerte de que eso te pille trabajando, como decía Picasso, lo transcribes. Si no, tienes que apuntar esas ideas y esperar al momento en el que puedas sentarte a escribir.
– Ha dicho que siempre le ha encantado leer, ¿tiene algún autor preferido?
– Autores preferidos no tengo porque me gustan muy distintos tipos de novelas. Es cierto que, por ejemplo, el típico de Grisham puede ser muy bueno y otros no me gusten tanto, de Arturo Pérez Reverte lo mismo, de Valerio Massimo Manfredi lo mismo, de Tolkien lo mismo, que es un gran escritor a pesar de que escriba de cosas que no existen… Al final no tienes autores preferidos, tienes libros preferidos.