Hace un par de años tuvimos la gran suerte de tener de compañera entre nosotras a María Ruiz, una chica que vino del Centro Educativo Arangoya a hacer sus prácticas en el Primer Ciclo de Educación Infantil del Colegio Ayalde.

Al acabar su período de prácticas se dio cuenta de algo muy importante que haría que su vida cambiara totalmente para siempre. Sintió la llamada de Dios y se decidió a dar respuesta a esa llamada entregándose para siempre a Él. Por eso, ingresó en el monasterio de las mojas de clausura de Santa Clara, situado en el pueblo burgalés de Medina de Pomar, donde lleva casi un año.

Durante el puente del Pilar una antigua compañera de infantil fue a verla. Irradiaba alegría y amor por todos los lados. Había encontrado su camino en la vida.

Con tan sólo 20 años y gracias a la formación recibida en su casa y al buen ambiente que vivió mientras estuvo de prácticas en Ayalde, se dio cuenta de dónde quería invertir su vida futura. Fue por ello que se dirigió al monasterio de clausura de Santa Clara y allí entre 25 compañeras más, entre rezos, dulces, trabajos… ha decidido pasar el resto de su vida.

Eso sí, rezando por todos y en especial, por sus antiguas compañeras de infantil y los niños, que tuvieron la gran suerte de estar con ella. ¡Gracias por haber sido nuestra compañera y por acordarte de nosotras en tus oraciones!