El jueves, 24 de enero, como viene siendo habitual y a modo de conclusión a la semana interdisciplinar sobre “Hambre cero”, vino a visitarnos Enkarni Genua, nuestra artista especial.
Uniendo el tema de la semana interdisciplinar (“Hambre cero”) a la historia que nos vino a contar de una niña muy caprichosa, Marikris, que desde el momento de nacer ya estaba pidiendo cosas solo para ella y toda la familia estaba sometida a sus peticiones. El día que fue al colegio, estuvo todo el día protestando porque todo lo quería para ella. Nunca se saciaba. Cuantas más cosas pedía, y más protestaba y lloraba, se iba haciendo más pequeña en lugar de crecer.
El médico les aconseja que le den de comer, pues que no creciera podría deberse que se alimentaba poco. Así pues, los padres le dan mucho de comer, pero, aun así, Marikris no crece. Sigue haciéndose más pequeña.
Entonces, deciden llamar a Txorizorrotz un pájaro que les va a ayudar a buscar la solución al problema de la niña. Para ello, le dice que le dará tres regalos. En primer lugar, le lleva a ver aquello que no tiene cerca. Ahí es donde se da cuenta de las necesidades que pasan muchas personas cada día (hambre, soledad, falta de medios y recursos, pobreza…).
El segundo regalo es ir a una isla solitaria en la cual, aunque no hay nada, puedes conseguir todo lo que quieras. Marikris empieza poco a poco a pedir todo lo que le apetece (un coche, un helado, una hamburguesa, juguetes…). Pero, a medida que pasa el tiempo, empieza a notar la necesidad de estar con algún amigo y no sola. Entonces, su amigo Txorizorrotz le dice que los amigos no se piden, hay que buscarlos y luego cuidarlos. Sin embargo, no sabe qué tiene que hacer para tener amigos. Gracias a la participación de los niños de Ayalde, descubre qué es lo que tiene que hacer para conseguir tener amigos. Tiene que jugar con ellos, compartir sus cosas, decirles cosas bonitas… Y, al final, lo comprende todo.
Los niños disfrutaron mucho con nuestra gran artista. Y, sobre todo, aprendieron una gran lección: hay que dar gracias a Dios por lo afortunados que somos y ayudar a los que tenemos alrededor o más lejos para que salgan de su difícil situación.