Los adultos, una vez que entramos en el mundo laboral, valoramos aquellas cosas del colegio que ya no tenemos la suerte de disfrutar. Sin duda para muchos una de las mejores fue la clase de Educación Física.
La mayoría de las alumnas saben aprovechar los espacios de libertad que concede esta asignatura del curriculum y la valoran como fuente de bienestar y disfrute.
Dos tipos de actividades deportivas
Las actividades deportivas que trabajamos en clase se pueden agrupar en diferentes categorías según el aspecto que se tenga en cuenta. Una clasificación que solemos hacer es actividades psicomotrices y socio motrices. En las primeras se trabaja de manera individual o en equipo con ejercicios de gimnasia, malabares, atletismo, patinaje, baile sincronizado… y en las segundas hay colaboración con compañeras, enfrentamiento con contrarios o ambas cosas.
Ambas categorías generan aprendizajes fundamentales como descubrir la imagen de una misma, el control postural, los movimientos expresivos y bellos o, simplemente, el fijarse y adaptarse a lo que hacen los demás. También descubrimos lo cambiante y variadas que son las situaciones que se generan, o el tener que asumir muchas veces resultados negativos a pesar del propio esfuerzo y capacidad de ejecución.
Es habitual que las actividades que llevamos a cabo se vivan como un juego porque la propia asignatura, al ser lúdica, nos reporta un proceso de aprendizaje recreativo y este proceso lo evaluamos de este mismo modo.
Mediante los juegos supervisados las alumnas aprenden lo que implica el “juego limpio”, sin trampas, sin engaños, no echando la culpa a los demás cuando el resultado es desfavorable, no menospreciando a los rivales tras ganar, asumir las indicaciones de quien guía el equipo y del árbitro si lo hubiera, esfuerzo hasta el último minuto, integrar a todos los del equipo sin excluir a nadie.
10 beneficios del deporte para la educación de tus hijos
Estos enfoques pedagógicos pueden reportar una variedad de beneficios para los participantes, tanto en términos de desarrollo cognitivo como social.
- Mejora del compromiso y la motivación
El juego intrínsecamente atractivo y divertido puede aumentar la motivación de los estudiantes para participar en las actividades de aprendizaje. La sensación de diversión puede hacer que los estudiantes estén más comprometidos y dispuestos a asumir desafíos.
- Desarrollo de habilidades cognitivas
Los juegos a menudo involucran la resolución de problemas, el razonamiento lógico, la toma de decisiones y la planificación estratégica. Estas actividades pueden mejorar las habilidades cognitivas y el pensamiento crítico.
- Fomento de la colaboración
Muchos juegos requieren que los participantes trabajen juntos para alcanzar un objetivo común. Esto promueve la colaboración, la comunicación efectiva y el trabajo en equipo.
- Desarrollo de habilidades sociales
Los juegos pueden proporcionar oportunidades para que los estudiantes practiquen habilidades sociales, como la empatía, la negociación y la gestión de conflictos.
- Refuerzo del aprendizaje mediante la repetición
Los juegos a menudo implican la repetición de tareas o conceptos, lo que puede ayudar a reforzar el aprendizaje y la retención de información.
- Reducción del estrés
El juego puede ser una forma efectiva de reducir el estrés y la ansiedad asociados con el aprendizaje. Un entorno lúdico y relajado puede facilitar un ambiente propicio para el aprendizaje.
- Estimulación de la creatividad
Los juegos a menudo requieren pensamiento creativo y originalidad para superar desafíos. Esto puede fomentar la creatividad y la capacidad de pensar fuera de lo común.
- Desarrollo de habilidades motoras
En el caso de juegos físicos o actividades al aire libre, se pueden mejorar las habilidades motoras finas y gruesas a través del movimiento y la coordinación.
- Adquisición de conocimientos de manera experiencial
Los juegos ofrecen la oportunidad de aprender de manera práctica y experiencial, lo que puede ser más efectivo para algunos individuos que simplemente recibir información de manera pasiva.
- Fomento de la autoevaluación y la autorregulación
Los juegos a menudo requieren que los participantes reflexionen sobre su desempeño, identifiquen áreas de mejora y ajusten su enfoque. Esto promueve la autorregulación y la autoevaluación.
En resumen, los aprendizajes lúdicos pueden reportar una amplia gama de beneficios que van más allá de la adquisición de conocimientos, contribuyendo al desarrollo integral de los individuos en diversos aspectos de su vida.