Diariamente en infantil se reza en voz alta en los tres idiomas al empezar las clases, al ir al oratorio algunas veces a saludar a Jesús y también se bendice con ellos la mesa antes de comer.

Muchos ya se saben las oraciones básicas del cristiano: Padre Nuestro, Ave María, Ángel de la guarda…

En clase, poco a poco, antes de empezar a rezar intentamos con los más mayores de infantil poner una intención ese día.

Por ejemplo: pedir por alguien necesitado o enfermo, pedir por la paz en el mundo, dar gracias por cosas que hemos hecho, nos han pasado o se han solucionado ya.

Gracias a estas nuevas intenciones ponen un sentido a su oración sin que se quede en un mero recitado.

Dicen que la oración de los niños mueve montañas.

Por ello en estas circunstancias nos viene tan bien recordar esta célebre frase de Jesús “Dejad que los niños se acerquen a mi”.