Ya hemos empezado un nuevo curso y este año, además, tenemos el aliciente en el aula de 1 y 2 años de estrenar clases nuevas, a las que llegan muchos pequeños con ganas de conocer el colegio.
Los primeros días son muy importantes, tanto para los niños como para los padres, ya que, en muchos casos, supone la primera separación del vínculo familiar durante tantas horas, por eso es muy necesario que los niños se sientan seguros.
Desde aquí, nosotras intentamos ofrecerles un ambiente cálido y acogedor, una relación de confianza y seguridad que les permite explorar el entorno, para que poco a poco vayan conociendo su colegio, sus profesoras, sus compañeros… y vayan ganando en independencia y seguridad.
Sólo si el niño se encuentra a gusto y seguro en el colegio, se implicará positivamente en el aprendizaje y desarrollo. De hecho, la necesidad de afecto, es una necesidad básica tan primaria como la necesidad de comer o de protección.
Los niños precisan una relación estable y continua con aquellas personas que cubren sus necesidades de cuidado, exploración y juego.
Para lograr una mejor adaptación de los niños tenemos algunos consejos:
1. Acompañarle. El niño no tiene que quedarse con la sensación de que le “abandonamos” sino que le acompañamos a conocer el cole.
2. Despedirse del niño, no desaparecer. Algunos padres creen que es mejor dejar al niño en clase y desaparecer mientras alguien le distrae, y al contrario, es totalmente contraproducente y genera mucha angustia en el niño. Lo mejor es despedirse bien y explicarle lo que va a suceder.
3. Actitud positiva. Tanto los primeros días de cole como los previos, hay que hablarles del cole, de los profesores y de los nuevos compañeros con actitud positiva. Frases optimistas, hablar del colegio como un sitio al que “tienen” que ir porque no hay más remedio, solitos, un montón de horas, separados de papá y mamá, obviamente, no es de mucha ayuda.
4. Paciencia y comprensión. Cada niño tiene su propio ritmo, esto lo decimos siempre, tanto para empezar a ir al baño solito, como para adaptarse a las nuevas situaciones. Lo fundamental es tener mucha paciencia y comprender el momento por el que están pasando.
Todos los niños acaban adaptándose al colegio, pero la clave está en hacérselo lo más llevadero posible. En definitiva, se trata de implicarnos en sus emociones y que sientan la compañía y el apoyo incondicional de sus padres en los grandes pasos que dan y darán a lo largo de su vida.