El saber manejar bien las emociones es la base para el aprendizaje y el conocimiento de uno mismo. De ahí que sea interesante trabajar la educación emocional con los niños, ya que les ayuda a reconocer lo que sienten, a saber poner nombre a sus emociones, a controlarse y a sentirse más seguros.

 

Por medio del taller de las emociones, que se trabaja en el método “Kolore”, los niños tienen una buena oportunidad de ir abordando diferentes emociones durante todo el curso.

 

En el caso concreto de los niños de 2º de EI, a lo largo de las cuatro sesiones de las que consta el taller, han podido profundizar en la emoción de la alegría. Dicho taller ha estado enfocado principalmente en dos aspectos: la conciencia emocional y la regulación emocional. Es decir, por un lado, ser conscientes de la emoción que sentimos y ponerle el nombre de alegría, y por otro lado, saber expresar adecuadamente la emoción. Los niños tienen que saber que aunque la alegría sea una emoción positiva, no se tiene que expresar de cualquier modo ni en cualquier lugar, tienen que aprender los conceptos de “ahora sí” y “ahora no”.

 

En la primera sesión del taller, para acercar la emoción de la alegría a los niños, se les contó el cuento “Nico y la gran seta” y después, con el apoyo de imágenes contestaron a las preguntas que la profesora les fue planteando, haciendo especial hincapié en cómo pensaban que se sentía Nico en diferentes momentos de la narración.

 

En otra sesión, una vez identificada la emoción de la alegría, los niños dibujaron en un papel sonrisas y caras alegres que sirvieron para forrar una caja a la que llamaron “la caja de la alegría”.

 

Para la siguiente sesión los niños trajeron aquel objeto, fotografía o muñequito que les provoca alegría y uno a uno fueron explicando a sus compañeros en qué piensan cuando lo ven, qué recuerdos les trae o por qué les da alegría, para a continuación introducirlo en la caja de la alegría.

 

Para finalizar el taller, los niños, además de jugar y compartir con las cosas que les dan alegría, realizaron la marioneta de Nico que se llevaron encantados a casa, junto con los objetos que cada niño había traído.