El martes 10 de febrero, celebramos el Café Pedagógico del segundo trimestre en el primer Ciclo de Educación Infantil. Este año, como novedad, reunimos en dicho café a las tres clases (Dumbo, Bambi y Pluto) al unísono, debido al nuevo tema que abordamos: “Estimulación Temprana”.
Estuvo enfocado para dar una serie de ideas con las que poder trabajar con los niños, así como informar de las ventajas y repercusiones de la estimulación.
Los avances neurológicos han demostrado que a los tres años el cerebro del niño ha madurado un 50% de su capacidad (Dr. Kovak). Por eso son tan importantes los estímulos sensoriales, visuales, auditivos y táctiles. Los estímulos oportunos en el tiempo, favorecen tanto el aprendizaje como el desarrollo de las capacidades del niño, éstos le servirán de plataforma para aprendizajes posteriores. Aunque los estímulos se puedan recibir toda la vida, contamos con los períodos sensitivos, que son aquellos en los que el niño está sorprendentemente predispuesto a aprender.
En cuanto al lenguaje, existe una relación muy estrecha entre el éxito escolar y la capacidad que tienen los niños para seguir las explicaciones y los razonamientos del profesor. Esa capacidad depende directamente del nivel del lenguaje que tenga el niño y de la riqueza de su vocabulario.
Con respecto a este tema dimos algunas indicaciones prácticas sobre qué podíamos hacer para favorecer el desarrollo lingüístico de los niños así como la iniciación en el aprendizaje de idiomas.
También hicimos hincapié en la motricidad, capacidad que tiene el hombre de generar movimientos por sí mismo, con una adecuada coordinación y sincronización entre todas las estructuras que intervienen en el movimiento.
Hicimos distinción entre:
– La motricidad gruesa: es importante que disfruten de la etapa del suelo y tenemos que permitir que nuestros hijos tengan la oportunidad de gatear, voltearse, arrastrarse… es una necesidad vital para su desarrollo cerebral, porque el niño va adquirir sentido del equilibrio, del espacio y de la profundidad, así como en un futuro marcará el desarrollo de sus aprendizajes escolares y extraescolares, entre otras muchas cosas.
– La motricidad fina: se hace patente un poco más tarde que el desarrollo motor grueso. Es el tipo de motricidad que permite hacer movimientos pequeños, delicados y muy precisos. Está muy relacionada con el incremento de la inteligencia.
Nos centramos en plantear ejercicios comprendidos entre la 1ª (0 a 1 año) y la 2ª fase (1 a 3 años) por ser las edades en las que están nuestros alumnos.
Tras estos apuntes teóricos y prácticos sobre el tema, tuvimos una distendida charla en la que cada uno aportó las experiencias relativas a sus hijos.