La educación emocional en los niños es la base de toda educación. Los niños deben aprender a manejar sus emociones y hacerlo desde que son muy pequeños.
Un niño que ha crecido teniendo como base una buena educación emocional crecerá en confianza consigo mismo, será capaz de saber que tiene capacidades, aprenderá de los errores, tendrá buena autoestima, logrará enfrentarse a los desafíos diarios y podrá comunicarse con los demás, y consigo mismo, de forma exitosa.
Uno de los aspectos más importantes de la educación emocional es el del autoconocimiento. Conocerse es tomar conciencia de quién es uno, qué siente y cómo expresa sus emociones. Para ello, es necesario que les demos la oportunidad de observarse por dentro y por fuera, de que cuenten lo que sienten y lo que hacen, y de que vayan descubriendo sus propias capacidades y sus limitaciones.
Para tal fin, los niños de 3º de Educación Infantil realizaron una actividad llamada: “el tren de las capacidades”. Ésta consistía en crear, entre todos los compañeros de clase, un tren, donde quedasen reflejadas aquellas acciones que desean conseguir a lo largo del año (hacerse la cama, atarse los cordones, aprender a leer, andar en patinete…).
Primeramente, los niños de 3º, mediante una lluvia de ideas, pensaron en las cosas que sí son capaces de hacer (lavarse las manos y la cara, atarse la cremallera del abrigo, ayudar a poner la mesa, escribir palabras…), lo que les produjo mucha satisfacción y orgullo. Posteriormente, reunidos en sus equipos formales, pensaron alguna capacidad que querían conseguir. Para ello, se tuvieron que poner de acuerdo, y elegir una cosa que, después, tuvieron que escribir y dibujar en un vagón. Así construyeron, entre todos los equipos, el tren de las capacidades. Por último, se colocó la locomotora y los vagones en el pasillo para dejar muestra del buen trabajo realizado.