El colegio cuenta con un nuevo árbol cuyos frutos representan, de forma artística, “todos los anhelos y deseos” —surgidos a partir de la pandemia— del alumnado de todas las etapas educativas.

Según explica Iratxe Nebreda, profesora que ha capitaneado el proyecto, “la idea surge a partir de mi interés por que las alumnas asimilen que el arte es, sobre todo, intención”, es decir, “no se trata solo de producir objetos o dibujos”. Una inquietud que, añade, “se une al momento de incertidumbre que vivimos y que, pese a que nos trae un montón de problemas, también resulta un momento de explosión creativa, como ha sucedido en todas las crisis a lo largo de la historia”.  Así pues, de un problema surge una oportunidad, y emerge una obra de arte colectiva que involucra, además de la competencia artística y lingüística, “las competencias de aprender a ser y de autonomía e iniciativa personal, así como la convivencia, al tratarse de un proyecto colaborativo” en el que cada participante plasmaba, de forma artística en una semiesfera, sus anhelos.

En relación a esto último, se han involucrado las distintas etapas y niveles educativos “tratando de conectar con lo positivo y con este ‘juntos’ nuevo que nos ha tocado vivir”, señala. Es más, en la obra adquiere especial importancia el “durante”, pues se trata de “crear algo bello entre todos que nos recuerde que estamos cada vez más cerca y juntos, de una manera diferente, pero juntos, como siempre”. De esta forma, en el ámbito plástico “pasamos de las dos dimensiones a significar en un objeto, en lo tridimensional y a imbuir de intención cada gesto que hemos realizado”.

De hecho, han sido los propios alumnos quienes han decidido la ubicación del árbol: en la entrada de bachillerato, ya que argumentaron que “las mayores son las que más tienen que estudiar y así las alegramos”. También han elegido ellos cómo customizar su objeto, qué técnica usar, dónde colgarlo, etc. Una libertad creativa que les ha permitido sentirse parte activa del proyecto, “trabajando de forma intensa la competencia para la iniciativa y espíritu emprendedor, además de aprender a ser”, concluye Iratxe Nebreda.  Por otra parte, conocen el arte como producto de lo colectivo (el arte colaborativo, que es una tendencia fundamental en el arte contemporáneo). En este sentido, es importante, a su juicio, que conozcan otras vías y que entiendan la colectividad como ámbito generador.

El proyecto se completa con un Padlet, aún en construcción, que recoge imágenes de las “bolitas” y las reflexiones escritas por las alumnas más mayores. Si bien puede disfrutarse en vivo y en directo, y ver cada una de las semiesferas, que representan distintos anhelos, algo que está por venir y que nos une. Porque, en este tipo de situaciones, es fundamental dejar lo individual a un lado, y darnos cuenta de todo lo bueno que hay a nuestro alrededor y la multitud de “abrazos en espera que estamos expectantes por liberar”.