A lo largo de estos años, las profesoras y el personal no docente han sido los faros que han inspirado a las alumnas a seguir un camino. Su vida la dedicaron a ser embajadoras de la pasión por aprender, a cultivar las mentes y el corazón, y a formar como personas a muchas generaciones de alumnas.
En cada aula, en cada asignatura, en cada espacio, dejaron una marca imborrable inspirando la curiosidad y fomentando el aprendizaje. No solo enseñaron materias académicas, sino que también brindaron lecciones de vida. Fueron mentoras, modelos a seguir y consejeras, ayudando a las alumnas a descubrir su verdadero potencial y a perseguir sus sueños.
Hoy, recordamos y honramos a todas las empleadas docentes y no docentes que han fallecido en los últimos 50 años. Su legado perdura en las historias y logros de sus antiguas estudiantes, que han seguido adelante y han contribuido mejorar el mundo gracias a las bases que les brindaron. Cada graduada y cada alumna ha encontrado su ayuda e influencia en muchas de ellas.
Por otro lado, su legado sigue inspirando a futuras generaciones a llevar la antorcha de la enseñanza con la misma dedicación y amor que ellas demostraron.
— Montse Figa, Begoña Greño, Begoña Elguezabal, Begoña Ibarrondo, Tori García, Josefina Martínez, María Castellanos, María Torres, Ana Franco, Celia Villasante, Conchita Guantes, Purina Montoya, Josefina Jiménez, Pilar Larrazábal, Pilar Larrauri, Lucía Santos, María Gata, D. José Luis de Santiago, Modes Lejarza, Carmen Badiola y Rosa María Garcia. —